Hoy te habla ELLA

HOY TE HABLA ELLA

Tiene una voz estridente, paradójicamente amable pero agresiva. No se anda con tonterías, no distingue las distintas armonías. Ahora mismo ni piensa lo que escribe, ni piensa lo que dice, ni piensa lo que hace. Tan solo procura no caerse entre las vertiginosas curvas que atraviesa en su carrera de velocidad, esperando encontrar la meta en lo que algunos llaman “tranquilidad”. Aún no se conocen, pero cada día ansía más poder llegar.

Piénsalo dos veces antes de acercarte a ella porque tiene las uñas pintadas de hostilidad y los parpados maquillados de inquietud. Ya no responde de manera educada, es una joven desinhibida que lucha contra sí misma arrasando, o mejor dicho, arrastrando a todo aquel que interfiera en su camino.

Aparece de la nada, sin un motivo aparentemente concreto. ¿Qué digo? ¿La nada? Puede que aparezca de la nada si la nada fuera un mar de recuerdos reprimidos, de hechos que hacen daño y que, paradójicamente, amables pero agresivos se manifiestan bajo su esplendoroso traje, su traje, el de ELLA.

Puede que no entendáis nada, ella lo entiende, solo las personas que viven con ella lo entienden. No pretende ser entendida, y creo que ha quedado clara la anadiplosis de la palabra “entender” como para que veáis que le importa una puta mierda lo que piense la gente porque sabe que independientemente de lo que pase va a estar ahí.

 Como dije, no viste de Zara ni Bershka, ni siquiera de Prada. Viste cinturones de agonía, corbatas de angustia y faldas de desinhibición. Las capas más superficiales son discretas, tímidas y calladas, pero coge calor con facilidad y muestra una ropa interior eufórica, llena de emociones explosivas que no miden el momento de su detonación.

Este blog iba dedicado a ella, y cada día me pregunta por qué aún no he sido clara. Por qué prefiero coger afluentes filosóficos antes de llegar al destino de su cauce principal. Le gusta ser anónima pero quiere hacerse notar. 

Démosle pie a que poco a poco nos deje ver quien es en realidad.