Comparte:

viernes, 23 de octubre de 2015

Gracias a ti

El objetivo de esta tarde perdida era finalizar escribiendo tres entradas. La más reciente y la que más acontece ahora mismo después de dar por finalizado este día perdido es la que escribo a continuación, dedicada a mi compañera de viaje a la que muchos empezáis a conocer.

El tirulo de mi entrada, Gracias a ti, del que se excluye la introducción:

Disfruto de mi carrera, disfruto de mis amigos, disfruto de mi familia, disfruto del sexo, sí, disfruto mucho del sexo. Disfruto de mi ocio, de mi tiempo, de mi ciudad, de lo que me rodea, de lo que tengo y de lo que deseo tener. Disfruto de todo aquello de lo que puede disfrutar cualquier persona si se lo propone. Disfruto cuando me dejas disfrutar.

Gracias a ti doy mi día por perdido. Gracias a ti pienso en lo que podría haber disfrutado y no en lo que he disfrutado porque lo cierto es que no he podido hacerlo. Gracias a ti el tiempo pasa demasiado rápido como para pararme a pensar por qué debería pasar más lento, mejor dicho, por qué debería parar.


Parar… parar es una palabra muy simple, muy usada y poco pensada. Parar requiere pensar así que, ¿cómo es posible que sea pensada? 
Nuevamente me enredo en mis enredos y giro entre los rizos de mi pelo para encontrar un final, un final que ansía llegar porque los mismos rizos de mi pelo llevan aguantando 5 años ya. 
5 años, 5 lobitos tiene la loba, cinco… cinco… Todos sabemos que lo mejor con el cinco es que por el culo te la hinco. Allí querría mandarte yo, a tomar por el canal colorretal por donde van a parar todos los desechos, porque sí, lo cierto es que eres mi deshecho.


A los que no sabéis de qué hablo, no os asustéis, no hablo de una persona, no tiene nombre salvo el que nosotros le queramos dar. No tiene cuerpo salvo el que nosotros le queramos poner, o mejor dicho, nuevamente mejor dicho, el que ella quiera elegir. 
Ella, mi fémina, morada como ella, cómo no podrías ser un ente maravillosamente femenino que se adueña de todas las cualidades que nos atribuyen. A nosotras, a las mujeres, a los chichis andantes que muchos hombres entienden por mujer, a los úteros que la propia literatura ha dejado en un segundo plano, por debajo del ente masculino. O sino comparemos algunos coloquialismos no tan coloquiales como ser un coñazo  y ser cojonudo, ser una zorra o ser un zorro, ser una puta…. Hostia puta no quiero distraerme.


Gracias a ti, de verdad que gracias a ti, me gustaría poder ocuparme de mi carrera, porque adoro mi carrera, ¿sabes? Me gustara poder dedicarme a mis amigos, porque adoro a mis amigos ¿sabes? Me gustaría poder ocuparme de mi madre, a la que quiero más que nada, a la que odio más que nada, y es precisamente eso lo que me hace quererla tanto. También gracias a ti no puedo ocuparme de mi pareja, y lo más importante no puedo ocuparme de mi misma. Porque hay algo que quiero dejar muy claro, algo que he aprendido este verano de 2015:

La única persona que te va a acompañar toda la vida, por la que tienes que dar tu vida y a la que tienes que cuidar cada día como si fuera el último, es tu persona. Tú misma, toda tú.


No hay comentarios:

Publicar un comentario