Por lo que podría haber sido, por
lo que podría haber pasado, por lo que podría haber hecho, por lo que podría
haberte dicho… nunca entenderé porqué esta forma verbal está continuamente
presente en las conversaciones del día a día, en las cabezas pensantes de todo
ser humano o en el lenguaje no verbal de la intromisión postural. Se pretende
olvidar el pasado pero se mantiene viviendo en el condicional de cómo debería
haber sido.
En cualquier circunstancia,
relación, ya sea emocional o simplemente empresarial, siempre existe y existirá
el PODRÍA. Sin embargo, mientras se piensa en el podría, paralelamente
conjugamos una nueva fórmula de futuro. Aprendizaje, prueba y error, nuevas
acciones, nuevos comportamientos en forma latente, nuevos planes, iniciativas,
prioridades. Se agradece haberse equivocado para remediar la proximidad
temporal…
El ser humano es inteligente, a
veces demasiado, a veces simplemente finge serlo. Y es entonces cuando a veces,
se le olvida que de tanto pensar en “el podría” y en cambiar el futuro, está
pasando por delante de sus narices el presente, enjaulado, muy a su pesar, en
una cámara insonora. Claro, lo entiendo, así es difícil darse cuenta de que
existe.
Suena a tópico y posiblemente lo
sea pero, querido lector, ¿acaso no sabe usted qué va a hacer o qué tiene que
hacer después de leer este texto? Puede que sea demasiado largo y que ocupe
mucho espacio en su mente como para entretenerse en leerlo, hay otras muchas
responsabilidades que cumplir en este futuro inmediato, que en breves, le
anticipo, podrá convertirse en pasado
condicional si no ha cumplido con sus expectativas.
Podría haber funcionado, podría
haber salido bien, podría haber sido menos impulsiva, podrías haberme dicho que
me querías, podría haber sabido establecer prioridades, podría haber puesto límites,
podría haberle cuidado, podría haber sido más profesional, podría haberme
bajado de las nubes, podría... podría haber hecho tantas cosas que he agotado
los pensamientos de mi mente.
Querido lector, ¿qué puede hacer ahora?
El ahora ha escapado de su jaula insonorizada, ha despertado a todas
las mentes que han dejado de vivir por crear hipótesis, firmemente manchadas
por el pasado. Especialmente el pasado de los errores. Aún me sorprende lo
fácil que es olvidar el pasado de las virtudes y lo difícil que es cerrar el
libro de las vilezas.