Tan solo he leído tu nombre
Y una extraña sensación de culpa ha invadido mi contracción cardiaca.
La acelera, la ahoga
y la encierra en una jaula
donde las barreras se me atragantan
al intentar coger un nuevo aliento.
Dicen que la poesía se escribe por amor o por tristeza,
por tristeza enamorada o amor entristecido.
Dicen que en esta tragicomedia vuestros ojos son espectadores
y vuestro cuerpo,
una pura crítica desnuda.
Melancolía, protagonista de los versos.
Amor, galán de las estrofas.
Culpa. Celestina. Hija de puta.
Omnisciente y omnipresente
aunque desapercibida por el espectador.
Desolación,
ella esconde entre sus líneas la verdadera razón por la que el cerebro materializa enajenación.
Soledad, gracias.
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