Reaccionamos vía Online a todo: “me
gusta” ( J) si
me saca una medio sonrisa, “me encanta” (<3) si realmente ha mantenido mi atención
más que el corto periodo en el que mi dedo tarda en responder a al centro
nervioso para continuar bajando la pantalla, bajando de manera automática como
si esa información no hubiera pasado por mi corteza cerebral. “me enfada” si es
algo con lo que no estamos de acuerdo o algo que nos sorprende negativamente: “alcen
la bandera y expulsen a esos desviados que se quedaron a medias en lo que
llaman diferenciación sexual” y ale, en dos segundos una lista de inconscientes
aclaman cual medusas arrastradas por la marea esta propuesta que parece ser
acorde con su ideología.
A día de hoy, 2016, podemos
comprar, reír, informarnos, comunicarnos y hasta enamorarnos por internet. Aplaudo
esta nueva era informática en la que no tenemos que molestarnos en salir de
casa a comprar una lechuga porque el Burguer King ya tiene comida para llevar,
o que ni siquiera tengamos que salir al hospital si tenemos dolor de tripa
porque tenemos un consultor médico 24h con su Curriculum Vitae propagado de manera
publicitaria en los márgenes de la web.
El internet es esencial caballeros,
no se confundan, yo lo uso a diario. Mando mis caquitas de WhatsApp como todos
y comparto videos graciosos en los que un lagarto parece sonreírme cariñosamente.
Sin embargo amigos, confío en el
poder de la gente para animarte con un abrazo, confío en la voz de una persona
desconocida que se siente cómoda para contarte que sale del hospital porque
viene de revisarse un cáncer de mama, que se quita las gafas y se echa a llorar
mientras te abraza porque en ese momento tú has sido esa persona con la que ha
querido compartir su dolor y felicidad que se presentan equiparadas. Que se
siente cómoda para decirle, a una simple estudiante de 21 años que le da todo
lo que tiene en el monedero para colaborar contra el cáncer, dejando caer,
torpemente, un certificado de la Cruz Roja, que es quien en este momento le está
dando de comer.
Su empresa decidió despedirla por
tener una teta amorfa. Qué cómico amigos y qué cruel pesareis, esta es la sucia
realidad. No lo digo yo, ni las caquitas del WhatsApp, lo aseguro.
Reaccionen con “me gusta”, “me
enfada”, con #alieresunaloca, #veteadormir, #paraquémadrugasparaesto,
#ponteaestudiarfarmadeunavez, pero reaccionen señoras, reaccionen señores y hagan
algo más que desplazar el dedo de arriba abajo para ver qué nuevo emoticono está
de moda. Gracias =)
https://www.youtube.com/watch?v=6tssGleKFIE
https://www.youtube.com/watch?v=6tssGleKFIE
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